(California, 12 de febrero del 2013) La
Universidad de Southern California puede tener en sus manos la clave de los
teléfonos móviles de los próximos años. Nada de pantallas flexibles, cámaras de
calidad abrumadora ni interfaces que te dejan con la boca abierta. Lo que todos
los usuarios de smartphones queremos es una
batería con más capacidad y
que además se pueda cargar en cuestión de pocos minutos. ¿Qué te parecen 10 minutos?
El “milagro” se lo debemos a unos
investigadores de dicho centro que trabajando con nanotubos porosos de silicio
han logrado que el uso de este material en los ánodos de las baterías no sea un
inconveniente, como ocurre con las láminas usadas en la actualidad, menos
eficientes en todas las facetas. Así, con esta nueva estructura, las baterías
pueden tener hasta tres
veces más capacidad, aguantar más ciclos de carga y lo más importante, permiten cargarlas en tan solo diez
minutos.
Una vez comprobada su eficiencia, ahora
queda lo más difícil: conseguir aplicar de forma comercial ese nuevo diseño a
las baterías de ion-litio. Por ahora se enfrentan al problema de fabricar en
masa esas estructuras de nanotubos porosos, que en su diseño real se
convertirán en esferas para facilitar esa tarea.
Si todo va como deseamos, en un par de años
podría trasladarse esta investigación al mercado.
Fuente: Portal
Web Xataka, publicado por Javier Penalva
Critica
Son
innumerables las ventajas que nos ofrece un Smartphone frente a un móvil
antiguo, pero estas se ven afectadas negativamente, porque resulta imposible
mantenerlos más de 18 horas sin necesidad de recargar su batería, y lo que es
más problemático, es que la batería dura cada vez menos, aunque por los equipos
pagamos cada vez más.
Teniendo en cuenta además
una serie de trucos de sabiduría popular que van desde la mitología científica
de introducir códigos para liberar supuestas reservas de batería hasta
simplezas como bajar el brillo o desactivar la vibración, hay algo claro y es
que no hay ningún usuario de Smartphone, que obtenga una autonomía
considerablemente mayor de carga aplicando alguno de estos.
Pero tal vez el problema radica en que los
equipos celulares evolucionan más rápido que las baterías, por lo que a las
mismas se les exige más donde en esencia están hechas igual que hace años, y
obviamente a mayor exigencia mayor desgaste. Sin olvidar que los usuarios
actualmente cada vez pasan más tiempo con el móvil en mano, dando un mayor uso
de las funciones que requieren de cargas de batería para su ejecución.
Otro aspecto también a
tomar en cuenta es que el tiempo de duración especificado por los fabricantes
de equipo no es lineal en función de la capacidad de la batería. Esto es
especialmente cierto cuando intervienen imperfecciones tales como condiciones
de desgaste y ambientales. Es común que los fabricantes prueben sus productos
en condiciones ideales, utilizando equipos perfectos, baterías nuevas y
temperaturas de operación moderadas. El usuario se queda pensando porqué su
unidad es la excepción a la regla, cuando no puede alcanzar estas especificaciones
optimistas de operación.
A pesar de que la tecnología de baterías ha
mejorado en la última década, los avances no han sido tan notables como en la
microelectrónica. La maximización de capacidad y la continua disminución en el
tamaño de los equipos han introducido efectos colaterales, algunos de los
cuales son un aumento en la impedancia y en la auto-descarga. En la medida en
que nuestras baterías se basen en procesos electro-químicos, estamos limitados
a un dispositivo de almacenamiento de energía caro, temperamental,
impredecible, lento en cargar, de tamaño grande, pesado, con una vida útil
corta.
Finalmente este nuevo avance en
el área de baterías para móviles, promete minimizar en gran parte esta
debilidad que poseen los Smartphone en la actualidad, permitiendo una mejor
funcionalidad a sus usuarios.
Autor
de Critica: Jeremi Sevilla

0 comentarios:
Publicar un comentario